martes, 19 de mayo de 2009

Algunos grupos del carnaval vegano







Las Hormigas





Los Cavernarios




Las Fieras




Los Broncos





lunes, 18 de mayo de 2009

El carnaval de La Vega


Para algunos investigadores, las primeras manifestaciones de carnaval de la isla que hoy compatimos con Haití, y de América, se realizaron en lo que es hoy las Ruinas de la Vega Vieja, en Febrero de 1520, en ocasión de una visita de Don Fray Bartolomé de las Casas.
Se tenia noticia que los habitantes de la Vega Vieja se disfrazaban de moros y cristianos y realizaban festejos que evolucionaron en las celebraciones actuales.

Durante años el carnaval vegano mantuvo una expresión predominantemente españolizada, simbolizada en una expresiva teatralización, el baile de las cintas y sus Diablos Cojuelos, con trajes simples de color rojo, amarillo, verde y con sus máscaras representativas del diablo medieval, andromorfo, mefistofélico, con sus dos cachitos frontales clásicos, orejas grandes, boca abierta y dientes al aire, la cual fue posteriormente criollizada con barbas de cuero de chivo.
Cada domingo del mes de febrero en horas de la tarde, los Diablos Cojuelos salen a la calle armados de sus vejigas de toro, golpeando a todo el que ose bajar a la calle, pero respetando a los que se mantienen en la acera o calzada.
El centro de la actividad es la calle Padre Adolfo, pasando por el Parque de las Flores, donde los diablos azotan a los transeúntes que los provocan o abandonan la calzada y donde se culmina con un desfile de más de 80 grupos de comparsas.

Esta dimensión pintoresca, herencia colonial, se transformará con la presencia afro, donde jugaron importante papel migraciones cubanas y los pobladores de los barrios populares de la Vega.
Actualmente el carnaval vegano es el evento cultural más importante de esta ciudad que lleva el nombre del fértil valle que la sustenta y ha sido declarado Patrimonio Folklórico Nacional por la Cámara de Diputados.

El carnaval de San Pedro de Macoris


El rasgo más característico del carnaval macorisano es la presencia de los Guloyas, diablos vestidos con trajes de llamativos colores, adornados con espejos pequeños y capa amarilla y roja. Con sus vejigas de toro y fuetes, bailan al compás de la flauta, el cencerro y la tambora.

El carnaval de Santo Domingo



De acuerdo con la documentación existente, antes de 1520 ya había carnaval en la ciudad de Santo Domingo, Primada de América, declarada por la UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Si bien los carnavales de Santiago y La Vega son los más importantes en cuanto a tradición y popularidad, el carnaval de Santo Domingo es el centro de las actividades oficiales, iniciándose con el acto aislado (unos días antes del verdadero inicio del carnaval) de la coronación del Rey Califé.
En pleno apogeo colonial se celebraban los carnavales de carnestolenda, pero también como culminación de grandes acontecimientos y festividades religiosas, en honor a San Juan Bautista, Las Mercedes, San Miguel, San Carlos, Corpus Christi, entre otros.
El carnaval se transforma a partir del presente siglo, sobre todo a mediados, con los cambios socio-económicos-políticos-urbanos de la ciudad, donde el pueblo surgirá como un protagonista fundamental.
Mientras en la calle el Conde y los clubes privados se va a expresar el carnaval de las élites europeizadas, el Parque Enriquillo va a convertirse en el centro del carnaval popular, de donde van a surgir una rica cantidad de personajes, como:
Se me muere Rebeca, Califé, Los Indios, Los Africanos, Los Ali-Baba, entre otros, donde van a particularizarse los Diablos Cojuelos, dentro de un proceso de mulataje y criollización.
El área principal de celebración es la amplia avenida George Washington, a orillas del Mar Caribe, en el denominado malecón.

El carnaval de Puerto Plata


Desde el final del siglo pasado, hay informaciones sobre el carnaval en la ciudad de Puerto Plata, el cual se enriquece con la llegada de grupos cubanos al principio del presente siglo.
A pesar de las transformaciones socio-económicas, resultado de un desarrollo turístico que sobrepasó las expectativas y previsiones, el auge de un carnaval en la búsqueda de identidad se produce en los últimos diez años, por el esfuerzo y la capacidad creadora de una generación de jóvenes inquietos.

El Diablo Cojuelo, como personaje central se convierte en Taimacaro. Este personaje reproduce deidades tainas en sus máscaras, con un hermoso traje, donde se simbolizan elementos de la cultura española y en cintas multicolores las esencias africanas en sus brazos, que se complementan con los caracoles del Atlántico como identidad del pueblo de Puerto Plata.

El carnaval de Monte Cristi


Montecristi tiene una hermosa tradición de carnaval popular, muy singular y extraordinariamente simbólico, expresado privilegiadamente en Los Toros como personaje central, que se dramatiza con sus enfrentamientos con Los Civiles.
Estos consisten en un verdadero duelo con fuetes (látigos), con los que se procura derribar al oponente o atemorizarlo.
Los Toros tienen el rostro cubierto con una máscara de lechón (cerdo) y usan vistosos trajes de colores, revestidos en su interior con material para protegerlos de los azotes de sus contrarios.
Los Civiles en cambio, deben usar pantalones cortos y ropa normal.
El ganador del encuentro es quien soporta con mayor éxito los embates del contrario o quien consigue derribar a su oponente.
Muchas otras tradiciones pintorescas pueden observarse en la celebración del carnaval en Montecristi, como la divertida Roba la Gallina, popular entre grandes y chicos.
Símbolos mágicos-religiosos de purificaciones, de valor, de machismo, de relaciones, le dan identidad al carnaval de Montecristi.

El carnaval de Santiago


En 1795 ya habían carnavales para las fiestas patronales, en honor a San Santiago, para Corpus Christi y para la carnestolenda (tres días antes del miércoles de ceniza), en la ciudad de Santiago de los Caballeros, cuyas manifestaciones provenían desde los días de la colonia española.

Al igual que en la ciudad de Santo Domingo, inicialmente el carnaval se dividía en función de la estratificación social de las clases sociales existentes en Santiago, con manifestaciones en clubes privados por parte de los sectores pudientes y en las calles de los barrios populares, particularmente en La Joya y los Pepines, de donde surgirán los Lechones y Los Pepines de la ciudad disfrazados con coloridos trajes atacándose mutuamente, siguiendo una larga tradición de vieja rivalidad entre ellos.
Los Lechones usan máscaras que se asemejan cerdos, mientras que los Pepines usan máscaras con cuernos puntiagudos.